El equipo dirigido por el científico Maroun Khoury, director del Centro de excelencia IMPACT de la Universidad de los Andes, descubrió que la transferencia de mitocondrias (los orgánulos productores de energía de las células) desde células madre mesenquimales a células T puede aumentar significativamente sus tasas de supervivencia y su capacidad para combatir el cáncer.

Un equipo dirigido por el científico, Maroun Khoury, director del Centro de excelencia IMPACT que cuenta con destacados científicos de importantes centros de investigación como el Instituto Milenio en Ingeniería e Inteligencia Artificial para la Salud (i-HEALTH), el Instituto de Ingeniería Biológica y Médica de la Pontificia Universidad Católica, el Centro de Investigación e Innovación Biomédica de la Universidad de los Andes, el Advanced Mining Technology Center de la Universidad de Chile, y el proyecto Anillo de Investigación en Ciencia y Tecnología 2021 para producción de biofármacos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso descubrió que la transferencia de mitocondrias (los orgánulos productores de energía de las células) desde células madre mesenquimales a células T puede aumentar significativamente sus tasas de supervivencia y su capacidad para combatir el cáncer.

Publicado en la revista científica Journal of Translational Medicine, el estudio, que se realizó en colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) de Brasil, destaca cómo esta innovadora técnica de transferencia mitocondrial puede mejorar las células T naturales y diseñadas, allanando el camino para avances en la inmunoterapia contra el cáncer.

Esta investigación se realizó en el Centro Basal IMPACT, organismo que está financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) y que desarrolla e implementa tecnologías que permitan el acceso en Chile a las terapias médicas avanzadas más exitosas a nivel mundial. IMPACT también apoya en la creación de una red, tanto en Santiago como en regiones, que acelere la investigación multidisciplinaria de alto impacto traslacional.

De izq. a der.: Fernando Figueroa; Juan Pablo Acevedo; Francisca Alcayaga y Maroun Khoury
De izq. a der.: Fernando Figueroa; Juan Pablo Acevedo; Francisca Alcayaga y Maroun Khoury

Este descubrimiento logró implementar un método innovador para mejorar las células T y CAR-T, los defensores naturales (producidos por nuestro cuerpo) y artificiales (producidos en un laboratorio) contra el cáncer, proporcionándoles una súper carga mitocondrial. Las células CAR-T son células inmunitarias diseñadas que se modifican para expresar receptores que atacan específicamente a las células cancerosas. Esta terapia implica extraer las células T de un paciente, mejorarlas en un laboratorio de grado clínico y reintroducirlas para mejorar las capacidades de lucha contra el cáncer.

“Es como transformar un sedán estándar en un coche de carreras. Estas células llamadas ‘Mito-CAR-T’ no sólo consiguen una mayor supervivencia, sino que están equipadas para un rendimiento máximo, lo que les permite ejecutar un ataque más eficiente contra las células cancerosas”, explica Maroun Khoury.

Publicado en la revista científica Journal of Translational Medicine, el estudio, que se realizó en colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) de Brasil, destaca cómo esta innovadora técnica de transferencia mitocondrial puede mejorar las células T naturales y diseñadas, allanando el camino para avances en la inmunoterapia contra el cáncer.

“Básicamente, estamos enseñando trucos nuevos a las células viejas. Al aumentar su producción de energía, estamos dando a estas células T una mejor oportunidad de sobrevivir y superar a sus oponentes de cáncer”, afirma Khoury.

Este avance aborda una de las principales limitaciones de la terapia CAR-T: la corta vida útil de las células T modificadas en los pacientes. La manipulación durante la fabricación puede provocar el agotamiento de las células, lo que reduce su eficacia. Sin embargo, con las tasas de supervivencia optimizadas gracias a las mejoras mitocondriales, estas células inmunitarias modificadas podrían dar lugar a tratamientos contra el cáncer más duraderos y eficaces.